Los dones son perfecciones, nos explica Tomas de Aquino en el Suma Teológica, por eso la expresión en la carta de Santiago: Todo lo que es bueno y perfecto es un don de lo alto. Santiago 1:17. Atribuimos a Dios las perfecciones observadas en la creación, y Dios, es decir, lo divino es origen de todas ellas.Algunos de estos dones son atributos divinos, otros regalos.
Hay expresiones similares a la carta de santiago en el nuevo testamento: Sean perfectos como el padre celestial es perfecto, Mateo 5:48; Sean santos porque yo soy santo 1 Pedro 1:16; sean Misericordiosos como vuestro padre es misericordioso Lucas 6:26.
En cuanto a las pasiones solo podemos atribuírselas a Dios metafóricamente, la "ira de Dios" que es una expresión típica en el viejo testamento, es eso una metáfora.
En algunos casos los Dones son virtudes perfectas como el Consejo, la misericordia, la constancia.
En otros casos son disposiciones del carácter como los frutos del espíritu: la paciencia, la benignidad, la alegría.
Podemos identificar a los dones con el deseo del bien (substancia divina) que es el apetito intelectivo que tiende hacia el bien universal. Es decir el fin de los dones no es la felicidad, sino la comunión (concordia con bien común), el mejoramiento de la sociedad, la santidad y la vida eterna.
Los Dones espirituales se diferencian de la virtud en que esta ultima tiene su origen en el alma es decir el deseo de felicidad.
Los Dones están entrelazados con las bienaventuranzas, explicándonos las bienaventuranzas los retornos de los dones.
Estamos llamados a vivir los dones espirituales, a vivir la cultura de la excelencia, es decir a buscar lo correcto y lo mejor, lo correcto por el don de consejo y lo mejor por la misericordia, la perseverancia y la constancia; y así alcanzar nuestra naturaleza, la conformidad a Dios.