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La guerra espiritual de San Agustin en su Libro Confesiones

La guerra espiritual La guerra espiritual

La Guerra Espiritual de San Agustín

San Agustín en su libro Confesiones desarrolla su talento narrativo al desarrollar en primera persona su historia personal en carácter de confesión a Dios, es decir el se confiesa en el libro ante Dios por su vida, su itinerario personal. En el pensamiento de San Agustín se ve claramente el esfuezo de síntesis entre la filosofía griega y la religión cristiana.
Recordemos que el cristianismo es una religión oriental, Cristo nos habla del "espíritu", de la luz, de la salvación y el renacimiento espiritual. San Agustín es un maestro de Retórica, de allí toma las ideas de Platón del mundo de las ideas y de Aristóteles del alma, la virtud y la amistad, que San Agustín desarrolla en su libro. Del cristianismo toma las bienaventuranzas y el concepto de misericordia y de la providencia que todo lo dispone.
De esta síntesis o mezcla nace una nueva filosofía: la filosofía escolástica.
San Agustín estudia desde niño la Gramática y la Retórica, profesión muy rentable en aquellos tiempos, comenta la perdida de su padre y la devoción de su madre por la fe cristiana, que lo apoyo en sus estudios. El como profesor de Retorica en Cartago conoce a los clásicos, estudia astrología y las herejías maniquea y apolinarista (Libro VII, C XIX).
Pero reconoce que la razón y el estudio no le permiten dilucidar la verdad y la sabiduría que trata afanosamente de encontrar, amargamente reconoce como reflexión: "En la Piedad esta la sabiduría" Libro V, Cap V, agustín traduce el Temor de Dios como Piedad del Libro de Job.
San Agustín esta marcado, el mismo lo reconoce (Libro VIII, C 2) por los estudios de Platón y en sus estudios razona que por la naturaleza pecadora del hombre y por el amor a las cosas mundanas, estamos privados de la gracia y no podemos acceder a los misterios últimos, es decir la Verdad, el Verbo, por el uso de la razón como sostenían los clásicos griegos, necesitamos algo más. Y es acá donde entramos en el terreno del cristianismo.
Para San Agustín el acceso al bien y a la verdad: "la Caridad se ha difundido en nuestros corazones por el espíritu santo" (L XIII, C VII), a través de su experiencia de conversión, es con la devoción (Piedad) a Dios como en Romanos 5:5.

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