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Psicología y ética

Que son el bien y el mal según la filosofía Que son el bien y el mal según la filosofía

Psicología y ética están íntimamente relacionadas. La psicología viene del idioma griego que significa alma, "psiche". La filosofía es básicamente una ciencia racional y toma su forma actual con los estudios de Freud, Lacan y Jung, estos autores desarrollaron en sus escuelas los conceptos de Yo, Superyo, Ego, estos tres se refieren a las enseñanzas de Freud y los conceptos de máscara y sombra de Jung.
Básicamente la psicología acepta la existencia de 3 grandes estructuras del pensamiento: psicosis, neurosis y perversión. A estas estructuras de la mente o del pensamiento se las califica de trastornos, cada una de estas estructuras tiene sus propias características dentro de la psicología. Es interesante analizar esta Tesis desde el punto de vista de la ética.
Para la filosofía el bien y el mal son soluciones éticas, es decir soluciones al comportamiento humano. La ética es la rama de la filosofía que estudia el bien y el mal. La ética sostiene que hay básicamente dos grupos de personas: los buenos y los malos, de hecho la Biblia sostiene la diferencia entre el hombre espiritual, en el que domina el espíritu, el amor al bien; y el hombre natural en el que domina el cuerpo.
La psicología actual trabaja sobre el supuesto de que todos somos perversos, es decir que todos somos falsos, los trastornos enumerados por la psicología en realidad describen las distintas maneras de pecar, es decir de obrar el mal, dicho de otra manera tendríamos pecadores neuróticos, psicóticos y perversos.
Vamos a explicar este problema de la ética y la psicología con un ejemplo: la parábola del buen samaritano en Lucas 10:30-37
"Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. 
Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo. También paso por allí un levita: lo vio y siguió su camino. Pero un Samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a el, lo vio y se conmovió. Entonces se acerco y vendo sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su montura, lo condujo a un albergue y se encargo de cuidarlo.
Al dia siguiente, saco sus denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: Cuídalo, y lo que gastes de mas te lo pagaré al volver". ¿Cual de los tres te parece que se porto como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?"
El mensaje de este cuento, desde la filosofía, es que tenemos que elegir entre el pecado como el levita y el sacerdote o la rectitud, es decir la regla de oro:  haz por los demás lo que te gustaría que hicieran por ti, como el buen samaritano.
¿Como actúa el neurótico, el psicótico y el perverso en este contexto?
El neurótico pasa, advierte la situación pero como es egoísta sigue de largo, ahora bien lo propio de la neurosis es la culpa, como consecuencia el neurótico va a elaborar la culpa, va a somatizarla y a reprocharse constantemente el haber obrado con egoísmo.
El psicótico no advierte la situación, no se da cuenta, ni mira, ni le importa.
El psicópata o perverso nota la situación y como es un egoísta nato sigue sin sentir culpa ni remordimiento.
Como conclusión podemos afirmar que el buen samaritano no responde a ninguna categoría estudiada por la psicología. Concluimos con este análisis, que existe un grupo numeroso de personas, las personas empáticas que no han sido estudiadas. Este grupo es el que actualmente se conoce como niños índigo, cristal y diamante.