El sabio es la clave para entender muchos conceptos espirituales, es la persona dotada de amor espiritual, llamado "Ágape" o "Amor de Caridad".
¿Y que es el "Ágape"? "Ágape" es el nombre griego para designar la forma del amor que surge cuando prevalece el deseo del bien, es el amor perfeccionado por la naturaleza del Bien, es el amor sin pasión.
El sabio es el hombre que ama el bien, es la persona de corazón puro y feliz.
Los filósofos lo llaman de diferente manera: para Aristóteles el sabio, para Platón el filosofo, para Rousseau el legislador, para los cristianos el hombre providencial u hombre puro de corazón.
¿Pero por qué corresponde al sabio dirigir?, ¿Porqué corresponde el liderazgo espiritual al sabio?
Porque es típico del sabio el dominio propio. El dominio propio es una perfección del carácter, un fruto del espíritu. El dominio propio es un rasgo del carácter asociado al "Amor al Bien", el amor de Dios, o "Ágape"; porque las bajas pasiones como la envidia, los celos, el odio, el resentimiento están extintas.
El poder espiritual es el poder perfeccionado por el dominio o dominio propio. El dominio propio tiene un sentido interno, el poder externo. Dominio y poder son conceptos complementarios, el primero perfecciona al segundo.
Los lideres que no tienen dominio propio son esclavos de sus pasiones y deseos pasajeros.
Solo las personas que tienen dominio sobre si mismas y eso implica dominio propio, son aquellas verdaderamente libres y hacen las cosas bien porque hay que hacerlas bien.
El Sabio es la persona dotada de poder espiritual y esa es la razón por la cual corresponde al sabio dirigir y no ser dirigido.
Un mensaje es claro desde todos los autores: sin el las sociedades no pueden desarrollar sus sueños y la idea del bien común.