Jesús nos enseña el mandamiento del amor en Mateo 22:34: "Los saduceos, se reunieron en ese lugar, y no de ellos, que era doctor de la Ley, le pregunto para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cual es el mandamiento mas grande de la Ley?. Jesús le respondió: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu". Este es el mas grande y primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los profetas."
La Caridad o Amor de Caridad es fundamentalmente el "Ágape" o amor espiritual. La Caridad junto a la fe y a la esperanza constituye una de las tres virtudes teologales de Tomas de Aquino, en el Suma de Teología. Son teologales porque son "infusas", es decir no pueden adquirirse mediante la practica como las virtudes cardinales que son la justicia, la prudencia, la fortaleza y la templanza, el origen de estas virtudes es Dios: "Nadie puede ver el Reino de Dios si antes no renace de lo alto", Juan 3:3.
Los dones espirituales son las virtudes naturales perfeccionadas por la Caridad, de allí que siete son los dones espirituales y siete las virtudes cristianas.
Algunos puntos sobre el amor de Caridad:
*La Caridad es además el fundamento de la justicia: donde no hay amor por el trabajo no puede haber justicia.
*La Caridad es incomprensible para el hombre natural: "El hombre puramente natural no valora lo que viene del espíritu de Dios, es una locura para él y no lo puede entender, porque para juzgar necesita del espíritu", 1 Corintios 2:14.
*La Caridad nos capacita para comprender las escrituras divinas porque perfecciona la razón y la ilumina: "anunciamos una sabiduría entre aquellos que son personas espiritualmente maduras", 1 Corintios 2:6.
*La Caridad transforma al hombre racional o almático en hombre espiritual: "Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me Ágape mas que a estos?. El le respondió: Si, Señor, tu sabes que te Philia", Juan 21:15
*El Amor de Caridad en la fe cristiana se recibe en el sacramento de la confirmación, donde el creyente es declarado persona adulta.