El don de la Providencia en términos generales ordena y dispone la creación a los fines divinos. Es la disposición y accionar de la inteligencia o entendimiento (razón que ama el bien o razón superior) de Dios sobre lo creado. En términos estrictamente éticos se podría decir que el fin de la Providencia es la realización del imperio de la Sabiduría entre los hombres. "Sean perfectos como el padre es perfecto"  Mateo 5:48, es decir "sean sabios como el padre es sabio" esta es una clara expresión del fin de la voluntad de Dios y por lo tanto de la Providencia.
Recordemos que la prudencia es ordenar las cosas a un fin, se dice por ejemplo que el hombre prudente ordena sus actos hacia el fin de su vida. La prudencia ordena, pero como Dios es el mismo fin de las cosas, la Providencia no solo ordena sino que dispone.
La Providencia es, tomada esta definición, la misma Prudencia de Dios "que todo lo dispone", la prudencia del entendimiento es decir la prudencia de la razón que Ama el Bien que asentada en Dios dispone de lo creado. De allí nace la idea del "Hombre Providencial", la personificación de la Providencia y ejecutor de la misma. Todos aquellos seres que viven en la Concordia (Amor al Bien) con Dios son coparticipes y ejecutores de su Providencia. Recordemos que el Plan de Dios, es decir las promesas de las Bienaventuranzas, yacen en el entendimiento divino. Es por esto que podemos decir que la providencia es la ejecución del plan de Dios.
¿Y en que se expresa en términos prácticos esa providencia?
En el consejo de los sabios. Casos de consejo o escucha sagrada en los Evangelios como los descritos en: La mujer Adúltera, "el que sea santo que tire la primera piedra", Juan 8:3-9 ; El impuesto debido a la autoridad, "al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios", Marcos 12:14-17.
Estos casos prácticos nos muestran como la inspiración divina provee y dirige (Providencia) a los hombres hacia el orden correcto de la sociedad, "el gobierno de los sabios", "el gobierno de los que aman el bien".
La Providencia de Dios actúa para que el el orden correcto impere entre los hombres, es decir para que el "Poder" sea perfeccionado por el "Dominio". Una sociedad sin dominio es una sociedad gobernada por hombres sometidos a sus pasiones y deseos pasajeros. La Providencia en términos éticos se realiza en el Reino de Dios. Se desarrolla antes que nada en la búsqueda del amor al bien en los predestinados(espirituales), y se hace patente en el gobiernos de estos en la sociedad. Es por esto que hablamos de "hombres providenciales", de buenos gobernantes, de estadistas, de lideres que aman el bien y que hacen lo correcto porque es lo correcto.