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La humildad y la sencillez de Jesús en la Biblia

La humildad y la sencillez de Jesús en la Biblia La humildad y la sencillez de Jesús en la Biblia

Jesús en el evangelio de San Mateo nos da una importante enseñanza contra los pecados de la soberbia y la vanidad, es decir lo opuesto a las virtudes de la humildad y la sencillez: "Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros", Mateo 19:30.
Recordemos que el Reino de Dios; es decir el dominio, el imperio, el gobierno de las perfecciones divinas,  implica una actitud de servicio hacia el prójimo: "haz por los demás lo que te gustaría que hicieran por ti", Mateo 7:12. Es decir el "otro", "el prójimo" importa, no se puede ser sencillo y humilde cuando se "cosifica" o cuando se reduce a un objeto manipulable al otro. El ejercicio de la empatía, colocarnos en el lugar del otro, es esencial.
Es por esto que Jesús nos llama a no buscar las cabeceras de la mesas, no valla a ser que una vez sentado el dueño de la casa te obligue a cambiar de lugar porque llego una persona mas importante. La acepción de personas es una consecuencia del egoísmo humano, y se considera un pecado (error) grave.
En la Biblia hay una descripción del amor don de Dios: "La caridad es paciente, es servicial, la caridad no es envidiosa, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca el propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. La caridad todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.", 1 Corintios 13:4-7.
La humildad y la sencillez son virtudes que se derivan o que son consecuencia de un discernimiento, es decir un modo de elegir, una mentalidad edfificante, benévola, progresiva.
Ser humilde y sencillo no significa no darse cuenta de las cosas, bajando la cabeza ante cualquier atropello, sino "no creérsela", no creer en las mentiras que nos gustan y nos alimentan el ego, no creer en las "mentiras lindas". El ser sencillo y humilde nos evita ser un blanco fácil de los aduladores, es decir de aquellos que saben dar discursos falaces apelando al egoísmo humano.
Jesús nos recuerda que en el mandamiento del amor y en la descripción de la Caridad se resumen todas las virtudes cristianas: "Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, amense también los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros", Juan 13:34-35